ANCLAJES DE ESCALADA EN ROCA
Por Curro González
Desde los comienzos de la escalada, donde los seguros eran prácticamente los medios naturales que te ofrecÃa la propia pared, hasta encontrar los quÃmicos de altÃsima resistencia, hemos pasado por diferentes tipos de anclajes revolucionarios para su época. AsÃ, encontramos una evolución del material de protección en relación a cada tipo de escalada, pasando desde los tacos de madera, las tuercas de las vÃas del tren, los clavos y los primeros “friend†de vástago rÃgido, en la escalada de aventura, a los actuales empotradores y “friendâ€.
También han evolucionado los anclajes fijos, pasando por los primeros buriles, “spitâ€, “parabolt†y quÃmicos en la escalada deportiva (foto 1).
La evolución de estos anclajes nos ha proporcionado seguridad y rapidez a la hora de efectuar nuestras escaladas, pero también nos pueden inducir al error. Esta gran variedad de anclajes nos obliga también ha tener mayor conocimiento sobre ellos.
ANCLAJES FIJOS
Son aquellos que encontramos de una forma permanente en la pared en agujeros previamente perforados. Se emplean tanto en seguros intermedios, como en reuniones o descuelgues, en escuelas de escalada o en vÃas de pared.
Tan sólo nos deberemos preocupar de mosquetonear, “chapar,†correctamente. Ya que la incertidumbre de la colocación del anclaje lo tenemos resuelto.
Según se fijen estos anclajes a la roca se pueden dividir en dos grupos:
Anclajes quÃmicos
Son aquellos que utilizan sustancias quÃmicas (resinas de altÃsima adherencia) para fijar los elementos metálicos, al cual pondremos el mosquetón, a la roca.
Al no existir presión contra la roca, poseen menos riesgo de rotura de esta, siendo el anclaje idóneo para rocas blandas.
Como hemos comentado anteriormente el anclaje quÃmico se va a componer de dos elementos, por un lado el elemento metálico, conocido como “tensor†(foto 2), y por otro el pegamento que unirá a este a la roca, la resina. Una vez rellenado el agujero del taladro de resina, tan sólo hay que introducir el tensor (foto 3).
Las resistencias de estos anclajes varÃa desde los 25oo kg de M10 y 70 mm, hasta los 4ooo kg de la M12 y 100 mm de longitud.
Anclajes mecánicos
Los anclajes mecánicos no necesitan de resinas para anclarse a la pared. Se fijan mediante presión interior en la roca, bien al fondo o bien a las paredes del agujero del taladro. Al existir presión en la roca, existen fuerzas interiores que pueden debilitar la roca alrededor del anclaje, por lo que hay que atender a la dureza de esta.
Las prestaciones de estos anclajes varÃan dependiendo de la métrica, longitud, tipo de expansión, material y por supuesto, de la roca en la que estén colocados.
Autoperforantes y expansión por cuña exterior
El conocido“Spit†pertenece a esta clase. Se compone básicamente de un cilindro con dientes metálicos (foto 4) en uno de sus lados, con las que se puede perforar a mano usando el mismo anclaje. Al efectuar el agujero, la expansión se consigue colocando una cuña exterior en el lado dentado y golpeando contra el fondo del agujero se consigue la expansión. Este anclaje, necesita de un tornillo para fijar la chapa exterior (foto 5).
La resistencia de estos tacos es muy variable, ya que depende mucho de una correcta colocación y una roca dura. En una situación ideal su resistencia no va más allá de 12oo kg para los de M8 y de 18oo kg para los de M10.
Las normas UIAA prohÃben estos anclajes para el equipamiento de vÃas de escalada deportiva.
Anclajes de expansión por anillo
A este tipo de anclajes corresponde el famoso “paraboltâ€, nombre que no pertenece a ningún anclaje, sino a una marca.
Están compuestos de una varilla parcialmente roscada, en cuyo extremo acabado en cuña, lleva sobre él uno o más anillos (doble expansión) metálicos (foto 6).
La fijación a la roca se consigue al girar la tuerca en la parte roscada de la varilla, ya que todo el anclaje sale parcialmente hacia fuera, menos el anillo que al tocar las paredes de la roca se queda en su sitio, montándose sobre la cuña (foto 7).
La resistencia de estos anclajes varÃa desde 2ooo kg para la M10 y 70 mm de longitud, a los 3ooo kg de la M12 y 115 mm de longitud. Trabajando correctamente tanto en rocas muy duras (basaltos, granitos y cuarcitas) como en rocas semiduras (calizas y conglomerados de calidad). Aún en condiciones de deficiente colocación tienen capacidad para soportar cargas.