ADHERENCIA, vaya ciencia !!
Por Curro González.
La adherencia, para algunos una escalada relativamente sencilla y poco espectacular, exige un depurada técnica y muchÃsima fe. Por ello no es raro encontrar fuertes escaladores de muros verticales y desplomados, perdidos y desconsolados en mitad de una lisa placa. Si somos capaces de vencer el miedo, encontraremos un mundo de sensaciones y movimientos, que pueden hacernos disfrutar como nunca lo habÃamos imaginado.
Mantener una posición correcta mientras escalamos es fundamental, deberemos mantener una posición vertical para intentar cargar el peso sobre nuestros pies, con las rodillas sin flexionar, y sin pegarnos excesivamente a la placa ( 1 ).
Evidentemente durante la progresión, y dependiendo de la dificultad del paso, la posición variara adaptándose a las caracterÃsticas del movimiento especÃfico de dicho paso.
La posición de los pies en adherencia es fundamental, no hay que olvidar que se trata de apoyar la máxima superficie de la suela de nuestros pies de gato. Para ello intentaremos llevar, tanto en la progresión de escalada, como en los reposos, los talones bajos ( 2 ).
En los reposos nos resultará más fácil mantener los talones bajos, mientras que en la progresión habrá momentos en los cuales nuestros talones estén en una posición horizontal o elevada. Hay que intentar que este instante sea lo más corto posible, volviendo a bajar los talones después del paso.
Un error muy frecuente en la escalada en adherencia, se produce a la hora de “chapar†el seguro, el razocinio nos dice que nos tenemos que asegurar lo antes posible, sobre todo si han transcurrido bastantes metros desde el último seguro, haciéndonos en algunos casos estirarnos para poder llegar a él ( 3 ).
En una posición estirada nos resulta muy difÃcil mantener los talones de nuestros pies bajos, teniendo incluso que elevarlos para poder ganar algunos centÃmetros más. Este estiramiento inevitablemente nos hace que perdamos la adherencia, sin duda la mejor solución para estos casos es vencer el miedo y chapar después de haber dado un paso más.
Un factor muy importante en la escalada en adherencia de placas es la horma del pie de gato. Una horma ancha en forma de semicircunferencia ( 4 ) mejorará la adherencia al hacer posible el apoyo de mayor superficie de suela, si ha esto le añadimos una buena flexibilidad longitudinal y cierta rigidez lateral, tendremos el pies de gato perfecto.
Los pies de gato de horma puntiaguda ( 5 ) tienen peor adaptación para la adherencia pura, ya que tienen menos superficie de fricción. Por el contrario si les sumamos rigidez longitudinal y lateral tendremos un gato perfecto para escalar sobre microregletas y cristales de cuarzo.
La goma de nuestros pies de gato puede ser también un factor determinante a la hora de esclara en adherencia. Las gomas se desgastan a medida que las vamos utilizando formándose unas escamas ( 6 ) que nos ayudan a tener mayor adherencia.
En gomas duras estas escamas nunca llegan al milÃmetro de profundidad, y por tanto no se rompen en los pasos de adherencia. Por el contrario, en gomas blandas la profundidad de las escamas es mayor, originando las tÃpicas pelotillas en las punteras al desgastarse en los pasos de adherencia.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de escalar en adherencia es la temperatura ambiental, con una temperatura alta, las escamas de las gomas blandas de los pies de gato se deshacen en pelotillas, haciendo lamentable la progresión sobre placas relativamente difÃciles.
El mismo gato con temperaturas bajas presentarán prestaciones mejores en la misma placa, ya que las escamas no se romperán tan fácilmente por el efecto de calor-fricción.
Y LAS MANOS…, DONDE PONGO LAS MANOS?!!
Si la inclinación de la placa por donde escalamos no es fuerte podremos escalar sin utilizar las manos, simplemente con apoyar los pies correctamente tendremos suficiente. Si la inclinación de la placa nos impide escalar solamente con los pies deberemos ayudarnos con las manos, afianzándolas a las rugosidades que nos ofrece la roca.
En la escalada en placa, estas rugosidades en la roca no suelen pasar de aquÃ, simplemente son pequeños granos o cristales que sobresalen unos centÃmetros más de esta enorme lija. Hay que estar atentos, cualquiera de estas formaciones nos podrÃan valer.
A veces encontramos algunas microregletas o pequeñas “bañeritas†que no sabemos muy bien como cogerlas, o apretarlas, para poder continuar con el siguiente movimiento. La solución es muchas veces instintiva, agrupamos los dedos y los arqueamos para poder aplicar toda nuestra fuerza en este minúsculo agarre ( 7 ).
Pero a veces el agarre es tan pequeño que el arqueo es excesivo, corriendo el riesgo de lesionarnos gravemente. Únicamente arquearemos los dedos cuando estemos progresando y sólo si es imprescindible.
Hay otras maneras diferentes de aprovechar estos agarres, que si bien no son tan instintivos como el arqueo, se muestran mucho menos lesivos para nuestros dedos.
- Pinzas: Los dedos se adaptarán a las pequeñas presas que están en la placa, utilizando el dedo pulgar para pinzar las modestas rugosidades que puedan aparecer en la roca ( 8 ).
- Talones de manos: En adherencia también podemos utilizar las manos como si de pies de gato se tratase, aprovechando pequeñas rugosidades con nuestro talón de la mano ( 9 ).
- Palmeos: Una vez más los dedos se adaptaran a las rugosidades de la placa, haciendo fuerza con ellos en una posición de semiarqueo, la palma y el talón de la mano estará en contacto con la pared ( 10 ).
En los pasos donde nos estemos sujetando con los dedos a pequeñas rugosidades y sea necesario subir el pie hasta la altura de las mismas, pie-mano ( 11 ), tendremos un momento crÃtico en el cual los dedos se arquearán bruscamente para dejar paso al pie, y asà poder progresar.
Seguro que más de una vez hemos escuchado el dicho, “si me caigo, me enciendo como una cerillaâ€, es cierto que en las caÃdas sobre adherencia llevan implÃcito, en la mayorÃa de los casos, una serie de arrastrotes sobre granito abrasivo, pero se pueden evitar en gran parte con una buena práctica adquirida de las caÃdas en este terreno.
En la escalada, y más en la de placa, es muy importante llevar la cuerda en una posición correcta para evitar que se nos enganche en las piernas y nos haga voltear de cabeza ( 12 ).
Hay gran diferencia entre caerse y tirarse, normalmente la caÃda no sabemos ni dónde, ni cuando, ni cómo, se va ha producir, encontrándonos de repente echando chispes descontroladamente placa a bajo.
Ante una caÃda podemos intentar palmear con las manos sobre la pared, y al mismo tiempo, separarnos un poco con los pies ( 13 ). No se trata de arrastra las manos y los pies de gato por toda la pared, sino de destrepar durante la caÃda a alta velocidad.
Por otro lado si la caÃda de produce en una travesÃa ascendente o con el seguro bastante alejado, optaremos por agarrarnos con las dos manos a nuestra cuerda y correr por la placa ( 14 ).
¡Es muy importante que la cuerda este correctamente guiada para evitar enganchones con nuestras piernas!