Pues sí, después de más de un año retomo los relatos.
Sería muy largo contar todo lo que ha sucedido en este periodo de tiempo. Pero si tuviera que resumirlo en un sola palabra diría esta, CAMBIOS.
Cambios en todo lo relacionado con mi vida, desde lo deportivo a lo profesional. Desde lo sentimental a lo emocional.
A veces, es necesario dar un paso a tras, para poder seguir hacia delante con más fuerza. Y eso es precisamente lo que he hecho.
He dado un paso hacia el origen, hacia lo olvidado. Ahora vivo en Madrid, en el centro de Madrid. Muy cerca de donde pasé con mi Madre gran parte de la adolescencia y pubertad. Algo que tanto critique hace no mucho tiempo, se ha convertido ahora en mi estilo de vida. Y me gusta.
Me gusta recordar y visitar lugares casi olvidados, y me encanta sentir emociones perdidas o eclipsadas por otras que ya se estaban convirtiendo en rutina. Me siento de nuevo aquel pequeño chaval rubio que deambulaba por las calles de Madrid pensando en sueños y proyectos.
He retomado lo “sencillo”, soy capaz de mirar hacia abajo, y no siempre hacia arriba. He encontrado mi motivación, la que perdí hace unos años.
He reorientado y enderezado mi camino, y me he dado cuenta por fin, de cuál es el motivo por el que continúo escalando, esquiando, corriendo,…
Porque me encanta.